Sólo la mujer…


Sólo la mujer es capaz de soportar con mucha fuerza y valentía los sufrimientos y malos momentos de su vida.


Sólo la mujer sabe lo que es el dolor de un parto, sobre todo cuando tiene que llevar una vida con mucho cuidado durante nueve meses en su vientre; pero también sabe que ese dolor muy pronto se convertirá en una inmensa alegría.


Sólo la mujer es capaz de ocultar su tristeza diciendo que: todo está bien, que es feliz en su hogar al lado de su esposo, cuando también sabe que tiene un hombre infiel, prepotente, egoísta y machista.


Sólo la mujer tiene la capacidad de cargar con el peso de las tareas del trabajo, del hogar y en muchas ocasiones del estudio; pero siempre prevalece en ella y ante todo, la atención y cuidado de sus hijos, porque sabe que sus hijos son parte fundamental de su vida y porque ellos son su razón de ser y de vivir.


Sólo la mujer sabe que, para tener éxito en su trabajo necesita superarse profesionalmente en el estudio sacrificando parte de su vida para así obtener una mejor posición dentro de la empresa.


Sólo la mujer sabe la preocupación y sufrimiento que tiene cuando un hijo no ha llegado a casa.


Se humilla en el trabajo, se sacrifica en su hogar, se supera en el estudio, finge alegría sin tenerla, se entretiene con sus oficios de casa, se consagra con las atenciones a sus hijos y su esposo y ni aún así la valoramos y respetamos, y todavía muchos siguen pensando que la mujer es el sexo débil.


Su responsabilidad y sacrificio aumentan; pero también, sus ganas de vivir, de soñar, de reir y de amar nunca se le terminan, porque ella siempre tiene para un todo, un poco que se hace mucho, nada se le va de sus manos, porque sus manos fueron hechas para acariciar y querer, y por eso y más, la mujer es y será un ser especial y celestial que merece todas y las mejores atenciones, y es ahora cuando la tenemos viva que debemos demostrárselo, porque cuando ya no la tengamos será demasiado tarde.

Escrito el 19/11/07

Published in: on julio 24, 2008 at 8:39 pm  Deja un comentario  
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La concentidora de la vida…

La unión del amor produjo en ella la semilla…

La semilla fecundó, se alimentó, y se desarrolló en el vientre de la ternura…

Su ternura produjo los primeros movimientos…

El primer movimiento hizo brotar lágrimas de alegría…

Las lágrimas se incrementaron cuando vino el dolor del parto…

El dolor vio la luz y se convirtió en el fruto del amor…

Nueve meses de amor fueron suficientes para ver nacer la alegría de la vida…

Y fue durante toda su vida que estuvo dedicada a cuidar cada instante el fruto que había concebido…

Su encanto y dulzura hicieron de ella la protectora y concentidora de la vida…

Ella estuvo, está y estará presente desde la concepción de la vida hasta que termine su existencia, para cuidar de ese fruto que fue producto de su amor….

Esa es la razón por la que ahora y siempre será motivo de admiración y reverencia.

Published in: on May 20, 2008 at 3:59 am  Deja un comentario  
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