Corazón delator…

La causa de su latir fue producto de su sentir, y cada pulso que pronunciaba se convertía en un impulso que poco a poco su estado de ánimo transformaba.

Abrigó cada instante de la vida, y su palpitar se aceleró por consecuencia de una lágrima y de una risa, de una palabra y de una emoción, de un dolor y de un hecho, y de una noticia grata o ingrata.

Desde la concepción hasta nuestro tiempo se convirtió en nuestro mejor confidente y nuestro mejor aliado, pero también juzgaba cada momento de nuestro vivir y sentir, sobre todo cuando existía una mentira y un engaño que había que corregir; desde entonces se convirtió en la voz interior que clamaba lo justo de lo injusto, había activado cada sentimiento del ser y se pronunció con un movimiento a cada sensación recibida, era el palpitar de un corazón delator…